Tipos de Fachadas y Opciones de Rehabilitación

Existen diferentes tipos de fachadas que se pueden rehabilitar dependiendo del tipo de edificio y sus necesidades:

1. Fachadas de viviendas unifamiliares y chalets: Aquí, la rehabilitación puede incluir desde el repintado hasta la instalación de sistemas de aislamiento térmico exterior (SATE), que ayudan a mejorar la eficiencia energética.
2. Fachadas de edificios de viviendas: Estas suelen requerir soluciones más complejas, como la fachada ventilada, que mejora el aislamiento térmico y acústico, al tiempo que ayuda a reducir la humedad y el consumo energético del edificio.
3. Locales comerciales: En estos casos, la rehabilitación no solo mejora la estética del local, atrayendo a más clientes, sino que también puede incluir mejoras estructurales o de seguridad, como el cambio de ventanas y puertas para cumplir con las normativas actuales de aislamiento.

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Soluciones y Sistemas de Rehabilitación de Fachadas

Ofrecemos una variedad de sistemas de rehabilitación adaptados a las necesidades de cada tipo de fachada:

• Sistema SATE (Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior): Consiste en la instalación de paneles aislantes que mejoran el aislamiento térmico y acústico del edificio, reduciendo el consumo de energía y protegiendo la fachada de las inclemencias del tiempo.
• Fachada ventilada: Una opción ideal para edificios de varias plantas. Este sistema crea una cámara de aire entre el aislamiento y el revestimiento exterior, mejorando la eficiencia energética y prolongando la vida útil de la fachada.
• Revestimiento con mortero monocapa: Es una solución sencilla y económica para viviendas unifamiliares. Protege la fachada de la humedad, a la vez que mejora su aspecto estético sin necesidad de mantenimiento continuo.

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Ventajas de Rehabilitar la Fachada de tu Edificio

1. Ahorro energético: Una fachada bien aislada reduce considerablemente el consumo de calefacción y aire acondicionado, lo que se traduce en una menor factura energética.
2. Incremento del valor de la propiedad: Una fachada rehabilitada aumenta el valor del inmueble, haciéndolo más atractivo para potenciales compradores o inquilinos.
3. Mejora estética y protección contra el clima: Además de mejorar la apariencia del edificio, una fachada rehabilitada lo protege de la humedad, la lluvia y el viento, prolongando su vida útil.
4. Cumplimiento normativo: En edificios antiguos o ubicados en zonas urbanas protegidas, es necesario cumplir con normativas específicas que exigen la rehabilitación periódica de las fachadas.

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Consejos para una Rehabilitación de Fachadas Exitosa

1. Elige el sistema adecuado: Evalúa el tipo de fachada y las necesidades del edificio. Sistemas como SATE o fachadas ventiladas son ideales para mejorar el aislamiento y reducir los costes a largo plazo.
2. Materiales duraderos: Asegúrate de elegir materiales de alta calidad que ofrezcan resistencia al clima y bajos costes de mantenimiento.
3. Consulta las normativas locales: Antes de comenzar una rehabilitación, asegúrate de obtener los permisos necesarios y cumplir con las normativas específicas del municipio.

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